DIARIO RAID, MAROC CHALLENGE 2019 – STAGE 1 Y 2

La Maroc Challenge ha conseguido confirmar, en sólo dos días, su buena organización y su nivel de dureza; en el punto justo entre convertirla en una prueba de referencia para la preparación de rallys y raid del más alto nivel y disfrutar del off-road sin más. La propuesta que este año nos tenían preparada Rui Cabaco y la organización cumplen todas las expectativas (y decimos esto en sólo dos etapas, con conocimiento de causa). Hemos podido probar nuestro Jeep CJ7 en pistas extremas y, además, con paisajes espectaculares: palmeras, piedras, arena, ouets (los lechos de los ríos que se convierten en pistas de off-road verdaderamente únicas) y por supuesto… pistas, que a pesar del tremendo avance en asfalto que ha hecho el país – como tiene que ser, claro – siguen siendo parte de su cultura y su realidad.

La aventura de 5Special comenzó ya el jueves, cuando salimos de Galicia en dirección a África. Muchos kilómetros de distancia hasta el Ferry en Tánger. Salida sin incidencias y viaje hasta Mararrakech por carretera preparado con antelación ya que estamos en temporada alta y los overbookings en barco suelen ser habituales. Os recordamos que nos planteamos siempre aventuras low cost y nos hemos trabajado mantener los gastos bajos, incluídos los alojamientos… os contaremos al respecto.

STAGE 1. MARRAKECH – ZAGORA

La etapa 1 salió temprano desde la ciudad de Marrakech que se convirtió en el puerto de llegada de los más de 120 participantes que nos embarcamos en esta aventura. El recorrido empezó tranquilo con un tramo de enlace en el que tuvimos que adaptarnos al sistema Stella III, el mismo sistema de balizamiento y seguimiento que se emplea para pruebas con el Paris Dakar. Un mecanismo pequeño y sencillo que demuestra ser muy adecuado para este tipo de pruebas, especialmente en los avisos de adelantamiento en zonas complicadas o de baja visibilidad y, por supuesto, en los tramos de peligro donde el volumen de la alerta (preparada para ser escuchada por deportistas que llevan casco) suele darnos algún susto. También nos estrenamos en navegación con el sistema TwoNav, aunque tendremos que probar otros sistemas ya que a este no resulta tan intuitivo como otros, teniendo limitadas algunas opciones que para este tipo de competiciones resultaría importante (como poner más de tres items en la página de navegación).

Después de los tramos de enlace nos metimos de lleno en la zona de pistas que nos llevaban a Ourzazate. Es un lugar único compuesto de pistas de cantos rodados, y no tan pulidos, que permitió poner a prueba el vehículo. Tenemos que reconocer que, dentro de los límites permitidos por la organización y las autoridades, nos dejamos llevar por la velocidad y la buena respuesta del Jeep CJ7, que después de tantas preparaciones, empieza a comportarse bien. Conseguimos realizar una media increíble de 39 km/h en tramos muy complejos en cuanto a técnica en la conducción, pero no olvidemos que la Maroc Challenge premia las medias bajas para incentivar las dotes off-road frente a la velocidad, por lo que nuestro tiempo de 7 horas y 45 minutos nos dejó en décima posición, estando especialmente orgullosos de no haber cometido ni una sola penalización en el recorrido.

Del primer día de la Maroc destacamos, como siempre, el buen ambiente entre los participantes, muchos de ellos ya conocidos de esta y otras pruebas, que han demostrado una gran compañerismo y profesionalidad, tomándose muy en serio este deporte. Los vehículos, y los conductores y copilotos, han llegado preparados, con ganas de pasarlo bien y de mantener la buena imagen de seguridad y profesionalidad de este raid. También nos encontramos muy a gusto con el comportamiento de nuestro Jeep y hemos podido poner en práctica nuestros conocimientos de off-road para defendernos en las que están, sin duda, entre las mejores pistas del mundo para este deporte, las de Marruecos. La llegada a Zagora no pudo ser mejor.

 

STAGE 2. ZAGORA – ZAGORA

El segundo día contamos con la ventaja de salir en nuestro lugar de clasificación, lo que suponía ocupar la décima posición entre los 40 participantes de nuestra categoría. Salir en primeros puestos a veces puede resultar duro para la navegación o viabilidad del terreno, ya que este puede no encontrarse marcado o “pisado” lo suficiente, pero no perdáis de vista que evita tener que tragar más polvo del habitual ya que el paso continuo de los vehículos combinado con el “fes-fes” marroquí crea nubes verdaderamente intensas.

La segunda etapa nos llevó a las dunas en Iriki, ocupando más de 20 kilómetros del track en este tipo de terrena y, posteriormente, más de 60 a través de un ouet donde a arena era también el elemento predominante. La elevada temperatura registrada en el día de la etapa mantuvo la arena suelta y blanda, pero pudimos corroborar como las zonas de arena clara se convierten en auténticas “piedras” de arena compactada.

Empezamos el día con muy buenas sensaciones, pero a pocos kilómetros de la salida comprobamos como los continuos baches del terreno y la velocidad alcanzada por nuestro jeep  superaron los topes de suspensión del amortiguador desmontando el soporte de los mismos. En una rápida parada retiramos el amortiguador y la pieza y seguimos circulando, pero la cosa no quedó ahí, ya que a sólo pocos metros pudimos comprobar que el otro amortiguador había corrido la misma suerte. Con esta configuración emprendimos la ruta con 250 kilómetros de pista por delante. La primera parte del recorrido realizada en “fuera de pista” en las enormes extensiones de desierto marroquí que nos acercaban a las dunas, nos permitió buscar tramos más adecuados para un todo terreno que compite sin amortiguación. La sensación, contrariamente a lo que pueda parecer, no resulta mala, incluso es más blanda en dimensiones intermedias pero, obviamente, supone un problema de esfuerzo para la estructura del vehículo por lo que hubo que reducir notablemente la velocidad. Se trataba de que evitar que el Jeep recibiera algún impacto que lo dañara más de lo necesario.

Tras haber pasado el fuera de pista, dunas y el largo ouet, cuando ya sólo restaban unos 50 km para el fin del recorrido, y debido, una vez más, a las continuas vibraciones a las que sometemos el vehículo, saltó uno de los manguitos del radiador vaciando el mismo. Tuvimos que realizar una parada y el agua de la que disponíamos no resultó suficiente (nunca hai suficiente agua en el desierto) por lo que agradecemos la ayuda de los compañeros del HDJ80 y los portugueses del Land Rober de Smurfs con el dorsal 401 que, a pesar de ir justos de tiempo en su categoría, se pararon a darnos agua, una vez más, espíritu deportivo en la Maroc.

Todo ellos supuso que nuestra llegada al fin de etapa resultara, cuanto menos, muy justa, sufriendo una penalización por más de una hora de retraso que nos bajó al décimo tercer lugar. Lo más triste de todo fué que nos dirigimos a un taller local para realizar las soldaduras y nos encontramos con el habitual problema de Marruecos: se fija el precio previamente pero, según evoluciona el trabajo podemos ver cómo van cambiando la idea para intentar incrementar la propuesta. Por todo ello es conveniente, por supuesto, negociar el precio previamente e incluso ponerlo por escrito para que no se produzcan problemas. Finalmente realizamos nosotros mismos las reparaciones, alquilando en el garage Iriki el equipamiento (un establecimiento muy recomendable, estableciendo previamente el precio), que supusieron que no pudimos terminar hasta las cinco de la mañana, justo a tiempo para dirigirnos al Briefing en Zagora rumbo a Efoud.

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